Es sabido que el ambiente de la oficina, como espacio en sí, tiene una incidencia directa en nuestro rendimiento laboral, ya que, al pasar una gran parte del día en nuestro sitio de trabajo, necesitamos sentirnos cómodos y a gusto, como si estuviéramos en casa, para lograr una mayor productividad.
Lograr un espacio decorativo y funcional al mismo tiempo no es una tarea fácil, ya que en esta composición entrarán en juego muchas cosas, como los objetos, la disposición de nuestros muebles, los colores, las medidas de nuestra oficina y escritorio, etc. Es necesario crear un espacio ameno y agradable en el cual la decoración, generadora de estados de ánimo, sea la protagonista de nuestra oficina, permitiéndonos así lograr un buen desempeño laboral día a día y, al mismo tiempo, sentirnos cómodos y felices.